viernes, 3 de abril de 2020

Mal de ojo


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Desde tiempos remotos y practicamente en todas las culturas, el hombre ha tenido al mal de ojo como uno de los principales peligros que podian acecharle.  


El mal de ojo es materializar la envidia que alguien siente por algún triunfo o éxito de otra persona o los bienes conseguidos por esta, transformandolo en enfermedades, males, etc., que perjudicaran a esta persona aojada, o incluso a alguno de sus familiares.

Los niños, al ser criaturas más debiles, son los que mas sufren cuando se les echa un mal de ojo.

En teoria, la persona envidiosa que aoja acumula tanta maldad dentro de si misma que con tan solo fijar su mirada en la persona elegida, puede hechizarla con el mal de ojo, trayendo todo tipo de infortunios encadenados, y provocandole continuos episodios de mala suerte y desgracias. 


Asimismo, otras personas que echan mal de ojo siguen algun tipo de ritual para hacerlo, ya que no les basta solo con transmitir la energia negativa mirando fijamente; necesitan afianzar el hechizo.



De todas formas hay que distinguir entre el mal de ojo involuntario (alguien tiene envidia de otra persona e inconscientemente, sin querer, le desea que las cosas le vayan mal), y el voluntario (alguien desea conscientemente que surja el fracaso en la vida de la persona elegida y voluntariamente le echa un mal de ojo).

Para protegerse del mal de ojo, afortunadamente existen tecnicas y amuletos creados desde el principio de los tiempos, aunque probablemente la mejor barrera de proteccion es transmitir energia positiva.

Como metodos de proteccion, por ejemplo los egipcios pintaban un gran ojo en sus frentes, o en la puerta de sus casas, para asi, creando esa especie de escudo, contrarrestar los efectos malignos del hechizo. 


En la Edad Media era muy frecuente no mirar a los ojos de las supuestas brujas que estaban a punto de ser ahorcadas o arrojadas a la hoguera, para que estas no aojaran a la persona que las mirara. 



Ya mas cerca en el tiempo, en Occidente es habitual colocar imagenes sagradas cerca de la cama, sobre todo de los niños, o colgarle medallas y escapularios en las cabeceras de sus cunas o camitas, o incluso en el cochecito.

Ademas de estas formas de proteccion, hay otras, como el uso de amuletos (ojo de cristal, corales, anillos y colgantes, figura en forma de escarabajo, collares y pulseras de ojos turcos, cadenitas con buhos o con elefantes con la trompa hacia arriba,  la cruz de Caravaca, etc.),  y talismanes fabricados con ciertas piedras preciosas o semipreciosas, teniendo en cuenta que a cada signo zodiacal le es asignada una piedra.

Finalmente, no olvidemos que es importante proteger bien la casa, no solo a las personas como individuos, sino a su hogar, que es en definitiva donde viven. 


Esto se puede hacer quemando diversas esencias en el, especialmente mirra, o colocando una herradura de hierro en la puerta, o amuletos en las habitaciones, como figuras de animales como delfines, lechuzas, o elefantes con la trompa hacia arriba. 



Tambien es efectivo para el hogar colocar en una copa canela en rama y sal, o tener muerdago en casa, porque es una planta que siempre da buena suerte.

Sea cual sea el talisman o amuleto que se use, bien para el uso personal o para el hogar, lo verdaderamente importante es hacerlo poniendo una gran fe en el, porque asi sera cuando nos proteja de la mejor manera posible. La fe es el mejor arma contra el mal de ojo.

sábado, 23 de abril de 2011

El mal de ojo

El mal de ojo, es una creencia popular1 supersticiosa2 según la cual una persona tiene la capacidad de producir mal a otra persona sólo con mirarla. De esta persona afectada se dice que "está ojeada, o que le echaron mal de ojo, o el ojo encima".
La creencia está extendida universalmente a través de muchos pueblos.



Nombre

Enrique de Villena escribió en el 1840 un tratado sobre el "mal de ojo" o "aojamiento", diciendo que los facultativos lo llamaban "fascinación", del nombre tradicional en latín "fascinare".3 Joaquín Bastús escribió en 1862 que la palabra griega "envidia" venia de la expresión "aquella que nos mira con mal ojo" y de ahí el mal de ojo, y que los griegos protegian a los jóvenes marcando sus frentes con barro o cieno.
Un objeto, planta, palabra, inscripción, etc. que es "apotropaico" es aquel que aleja el mal de ojo, los espíritus y el infortunio; del latín "atropetein", que quiere decir "alejar".
El libro del Corán alude al mal de ojo: "Los infieles casi os hacen dormir con sus miradas"(68,51), y entre los males de los que hay que protegerse se alude a "el mal de un envidioso cuando envidia"(103,5).

El proceso del alojamiento

El mal de ojo, como proceso, puede venir dado de manera voluntaria o involuntaria, y es, según la creencia popular, efecto de la envidia o admiración del "emisor", que a través de su mirada (ya sea directa, en símbolo o incluso mental) provoca un mal en el envidiado/admirado. En algunas culturas orientales se cree, también, que las personas de ojos claros (azules, verdes, grises y rayados) tienen mayor poder para el mal de ojo.
Los síntomas del aojamiento en la cultura popular son los de un cansancio, adormecimiento o pesadez, que termina enfermando gravemente a su víctima. Puede darse también una tristeza profunda y ganas de llorar, y en este caso se habla de "Aliacán". De la misma manera, se puede sospechar el mal de ojo, si algún objeto favorito o querido de la "víctima" sufre algún daño inesperado, sin causa previa específica o si el daño surge de "la nada".

Remedios contra el mal de ojo

Popularmente se han buscado diferentes remedios, ya sea para la prevención, como por ejemplo pisar los zapatos nuevos de familiares y amigos (como mecanismo para evitar la envidia), escupir a los bebes o embarazadas (en las culturas populares se considera la saliva como protectora), la interposición de objetos considerados como mágicos o protectores mágico-religiosos, como estampillas de santos, oraciones, etc.
La cura del mal de ojo, la cultura popular suele dejarla en manos de curanderos, que realizan diferentes rituales. En uno de ellos, bastante extendido, en primer lugar se diagnostica que efectivamente la persona padece de mal de ojo vertiendo aceite sobre un mechón de pelo de la misma, que se sujeta sobre un vaso de agua: si la persona está aojada el aceite se mezcla con el agua, esto es que se observan varias gotas que no se funden en una y quedan transparentes. Para curar al afectado se debe continuar realizando este ritual al tiempo que se pronuncia una oración hasta que "se corta", esto es que se pueda ver el aceite flotando sobre el agua, como es normal.

Protección contra el mal de ojo

Se usan protecciones muy variadas, como en ponerle un objeto llamativo como una cinta roja al envidiado o afectado, a fin de atraer su mirada lejos del observado6 , o colgar amuletos que sirven como escudo al mal.1


Por países y culturas

Las formas de protección o curación son diferentes según el lugar o país de creencia.


Durante la lejana época del Antiguo Egipto se utilizó como protección el "Ojo de Horus". Se conoce como nazar (en turco, boncuğu nazar o nazarlık), al talismán más frecuente en Turquía, que se encuentra en o sobre casas y vehículos, o son usados como adornos.


En España en la región de Murcia, se usa como protección la cruz de Caravaca. En el País Vasco y Navarra los antropólogos creen que se usaban amuletos de bronce y plata desde la edad del bronce.6 EnÁlava, todavia se le cuelgan cencerros a las vacas, como residuo de los antiguos amuletos que hacian ruido para ahuyentar a los males que se creia que acechaban al valioso ganado.

Latinoamérica

Los amuletos más comunes utilizados en Latinoamérica son: una semilla llamada ojo de venado, cuentas de vidrio (Chaquira) roja y negra, un imperdible de plata con un ojo azul de vidrio, ámbar, un collar hecho por sí mismo, etc.
En Chile, muchas veces se santigua a los bebés, en una especie de unión de las tradiciones cristianas y las paganas; en Perú y México se pasa un huevo o un cuy por todo el cuerpo del afectado para extraer el mal.
En México tanto como en centroamerica existen varias formas de curar el mal de ojo, que también se conoce como ojeo u ojo; se cree que los más afectados por este padecimiento son los niños. Una de ellas consiste en frotar suavemente alrededor de las órbitas oculares con el ombligo de una persona del sexo contrario al del enfermo (en algunos lugares de la provincia mexicana todavía se acostumbra guardar el cordón umbilical de los recién nacidos). También se puede tallar o tapar al niño con alguna prenda de ropa usada y sudada del padre. Si se sabe quién fue la persona qué causó el daño, se le pide que cargue al niño. Asimismo suele recurrirse a una piedra llamada ixahi, la cual se utiliza para absorber el "mal" al frotarla en el cuerpo, una vez hecho esto, es necesario, tirarla. Son de uso frecuente las limpias con pirul, tabaco, chile ancho, huevo, copal negro, hojas de pipe e, incluso, fuego. En caso de que quien haya ocasionado el ojo al niño sea un animal, se recomienda remojar camalonga en agua y dar a beber al pequeño el polvillo que queda en el recipiente.
En Argentina, Ceferino Namuncurá, nacido en el pueblo Chimpay o Chimpai, es a quién se adjudica, en la creencia popular o folclórica argentina, el descubrimiento del remedio para el ojeamiento o mal de ojo, y la enseñanza a los pueblerin